El sector de la tecnología informática precisa de una importante revisión de sus modelos de negocios, condicionados por las transformaciones que tanto las redes sociales como las oportunidades de la tecnología en la nube están provocando

La consultoría tecnológica se enfrenta a una necesaria y drástica transformación en su modelo de oferta a los clientes. Resulta contradictorio que muchas de estas compañías operan de manera reactiva a los cambios tecnológicos, siendo meros espectadores de la evolución y transformación del sector, y quedando a la espera de que sus clientes, sean quienes inicien la senda de la transformación e implantación de las nuevas oportunidades tecnológicas.
El modo de actuación descrito responde a una visión distorsionada del modelo de negocio de muchas de las compañías del sector informático quienes, no están realmente ofreciendo tecnología, sino otros servicios anexos y subsidiarios, básicamente la subcontratación de personal, con perfiles especializados eso sí, pero subcontratación al fin y al cabo.
Cierto es, que filiales de grandes compañías transnacionales sí presentan de manera activa nuevos modelos tecnológicos, pero ese mensaje resulta más institucional (promovido desde la central), que real, pues le falta fuerza en la manera en que se publica y ofrece a sus clientes presentes y futuros. Lo más curioso es, como dentro de estas compañías sí bulle continuamente una curiosidad e interés potentes por conocer qué está pasando en el mundo tecnológico y trasladarlo al exterior, pero estos movimientos están ocurriendo de manera individual, fuera del entorno organizativo y a través de redes sociales especializadas.
Tenemos pues, delante una gran contradicción interna, el tejido productivo de la organización sí es proactivo, pero no la organización misma. La pregunta es por qué… Y esa respuesta vuelve de nuevo al modelo de negocio de la subcontratación. La dirección de la empresa no ofrece tecnología, ofrece personas; pero las personas que ofrece sí son tecnólogos, sí son parte activa del desarrollo y transformación tecnológica que puede y debe ocurrir…
Somos más de los que parece y, sí estamos aquí, somos optimistas, creativos, audaces y emprendedores, y venimos para cambiar, y quedarnos!!!
Nos encontramos entonces ante una nueva contradicción, realmente extraña, personas proactivas por la tecnología militan en organizaciones reactivas ante ésta. Y la razón de esta aparente paradoja radica en el modelo social, modelo social en el que impera promover la acumulación de conocimientos en el individuo, y poca o nula capacitación de desarrollo individual y emprendedor. Es decir, grandes técnicos necesitan formar parte de una organización, porque ellos mismos no se ven suficientes como para liderar su propio desarrollo profesional y personal. Se sienten más a gusto dentro de una empresa, jerárquicamente organizada, que marca sus pautas vitales en el entorno profesional, viven dentro de un espacio de comfort en el que podrán sentirse más o menos a gusto, pero en el que la iniciativa vital no es imprescindible. No deben tomar decisiones de calado para ellos mismos, no han de enfrentarse a sí mismos, ya lo hacen otros por ellos…
Y lanzo ahora una última reflexión que nos llevaría a una visión pesimista del futuro tecnológico (del que se afirma con rotúndidad, que dependerá nuestra economía). Si tenemos buenos técnicos, formados, preocupados por desarrollar su conocimiento, experimentados y capaces de resolver complejas funciones técnicas; pero no tienen capacidad personal de liderar, no sólo ya su entorno, sino su propio desarrollo profesional, ¿cómo podemos esperar iniciativas realmente genuinas, innovadoras, creativas? Todo el desarrollo tecnológico termina generándose impulsado desde iniciativas institucionales públicas o, desde la dirección de estas empresas, reactivas tecnológicamente.Resultado, se repetirán indefinidamente los patrones descritos, a la vez que se verá mermada la frescura y creatividad de un país, en el que los viejos modelos parecen que están para quedarse..
Pero no queremos acabar el artículo sin dotarlo de un rayo de luz optimista, pues grupos de innovadores y emprendedores están lanzando dosis de frescura intelectual, positiva, creativa y organizativa que, deberán ser capaces de generar un impulso vital que se transforme en semilla de cambio… Y quizá también, usted lector, desde su organización haya pensado que el futuro marca la necesidad de transformación, de su modelo de comunicación, organizativo y tecnológico. Si es así, sepa que somos más de los que parece y, sí estamos aquí, somos optimistas, creativos, audaces y emprendedores, y venimos para cambiar, y quedarnos!!!