¡Hola a todos!
Hemos estado aprendiendo sobre el tema de gestión de proyectos y me gustaría compartir con vosotros algunos términos y anotaciones muy sencillas, pero no por eso menos útiles. Para comenzar, hay que tener claro su significado. Se la conoce también como gerencia o administración de proyectos y se trata de una disciplina que guía e integra los procesos de planificar, captar, dinamizar, organizar talentos y administrar recursos, con el fin de culminar todo el trabajo requerido para desarrollar un proyecto y cumplir con el alcance, dentro de límites de tiempo y costo definidos.
Tendemos a relacionar este concepto con la innovación tecnológica, pero hay que mirar más allá porque esta gestión abarca muchos y diferentes sectores. De alguna manera podemos decir que la NASA es el padrino de la gestión de los proyectos, porque su lanzamiento de un hombre al espacio puede considerarse uno de los primeros de la historia. Algo que debemos tener claro para entender lo que conlleva esta gestión es que para que un proyecto concluya se requiere obtener un resultado diferente a la situación actual, se debe producir un cambio. Eso es algo que diferencia al departamento encargado de la gestión de un proyecto de un departamento de generación de contenidos.
Podemos elegir dos formas muy diferentes de gestionar un proyecto:
- En cascada: Es un modelo de proyecto que desde sus inicios tiene claro cómo va a acabar. En él están previstas unas fases, dependientes unas de otras. Es decir, la segunda dependerá de la primera, a su vez la tercera depende de la segunda, y así sucesivamente hasta el final. Se trata de una gestión fija, con las cosas muy claras, aunque en mi opinión más que claridad es un modelo “corto de miras”.
- Basado en metodologías ágiles: Es un modelo que tiene claro como empieza, pero nunca como acaba. Con cierta periodicidad se va revisando qué tal va el trabajo y las oportunidades que van surgiendo en torno a él. Entonces se replantea el proyecto y el punto al que se quiere llegar para conseguir los mejores resultados, pudiendo cambiar incluso por completo su rumbo. Se trata de un modelo mucho menos rígido, perfecto para proyectos de desarrollo y que cuentan con un largo plazo. En mi opinión, con este modelo los resultados serán mejores porque permiten identificar las verdaderas oportunidades.
Dentro de la gestión de proyectos hay que tener en cuenta la gestión del riesgo, un factor muy importante. Es el conjunto de todas las cosas que surgen en torno a un proyecto y obligan a desviar éste de su rumbo. Los riesgos pueden ser de distintos tipos, unos ante los que no se puede tener capacidad de respuesta, otros ante los que se puede responder fácilmente y otros que se pueden enfrentar, pero solo parcialmente.
Quiero destacar los riesgos de factor humano porque son los que más me llaman la atención, la personas. Es importantísimo tener claro el rol que tiene cada miembro del equipo y poner en común el trabajo de todos con reuniones periódicas. El jefe de proyecto está obligado a controlar estas reuniones y motivar a sus subordinados, pero además deberá mantener informado al cliente de cómo va el proceso, para ganarse su confianza a través de la transparencia de la gestión.
Aunque podría continuar hasta escribir un libro a cerca de este tema, creo que he destacado varios de los conceptos más importantes que he ido aprendiendo. A pesar de que todos creemos saber lo que es un proyecto, conocerlo a fondo y saber todo lo que lo rodea no es tan sencillo, así que espero volver por aquí para hablaros de mi aprendizaje sobre herramientas de gestión de proyectos, que seguro no tardo es descubrir. ¡Hasta pronto!