A la hora de organizarse, un grupo ha de enfrentarse a la identificación del modelo organizativo que mejor se adapte a sus expectativas y objetivos. En nuestra presentación, podríamos identificar varios modelos, pero vamos a centrarnos en el estilo autoritario y su visión opuesta, el estilo colaborativo. De esta manera presentamos al sistema más extendido, y hacemos referencia a su opuesto, que pretende superar las debilidades o problemáticas inherentes al primero.
Estilo autoritario
Aquí, si existe libertad de adhesión por parte del individuo; éste generalmente decide la implicación porque tiene una necesidad particular no satisfecha por sí mismo, y entiende que es más fácil acceder a lo común para reclamar lo privado; es decir pretende acaparar (al menos simbólicamente) recursos compartidos con una intencionalidad particular. Pero, sólo en los niveles jerárquicos superiores se decide sobre lo común, no existiendo vía alguna que asegure que las decisiones se tomen pensando en el objetivo común (dado que por la motivación particular de los miembros, realmente no existe).
Aquí el acuerdo global es imposible, se «delega hacia arriba» y se racionaliza la ejecución del poder, pretendiendo que la organización es más dinámica si sólo unos pocos deciden. Como resultado: se pierden las oportunidades de grandes logros comunes, el tiempo y esfuerzo se dedican a resolver conflictos internos que no pueden ser articulados a través de la comunicación abierta, y las decisiones no se basan en lo óptimo común, porque quien ejerce el poder, gestiona para mantener la continuidad de su estatus, como objetivo final
Estilo colaborativo
En este modelo la vinculación del individuo ocurre porque éste considera que mejora sus condiciones particulares solamente, si ocurre una mejora global a través de la participación en el grupo. La capacidad de superación a través del esfuerzo común es tan fuerte, que permite superar notablemente lo logros que se podrían lograr individualmente.
El modelo de gestión promociona el consenso, las acciones prioritarias son siempre las que generan el mayor bien común, por lo que se ponen en práctica con entusiasmo por todo el grupo y se logran los mayores niveles de éxito. No existe autoridad per se, existe el líder que articula, motiva y marca una línea de avance que se identifica con lo común, lo cual facilita el consenso en la toma de decisiones y en la consecución del objetivo.
Básicamente un participante en este grupo evalúa cuántas decisiones tomaría para su mejora personal, cuántas de éstas son además compartidas por el grupo y, son las compartidas por el grupo las que pasan a ser sus objetivos prioritarios por dos razones: primera, se van a lograr al trabajar colaborativamente y, segunda una vez logradas, indudablemente el individuo estará mejor que antes.
¿Cómo se organiza su empresa, su equipo, su club, su asociación? Si es autoritariamente, seguro que tienen un abanico de posibilidades de mejora radical, sólo tienen que mirar de manera diferente a como lo hace la dirección ejecutiva… se sorprenderán de las opciones disponibles que hay para cada situación!!!