Me gustaría contaros el caso que estoy viviendo en una serie de seminarios a los que estoy asistiendo, relacionados con la gestación, creación y operación de una empresa basada en el e-commerce.
Varias de las sesiones, como no podría ser de otra manera, se han centrado en la acción de la venta y la comunicación online. Algo absolutamente trivial si se aspira al éxito comercial en la red. Los ponentes, profesionales especialistas en estos temas… ¿especialistas en comunicación?
Al plantear la duda sobre la especialización en comunicación, me estoy refiriendo a una problemática inherente al novedoso espacio de la comunicación online y el social media. Frente al público asistente, se encontraban profesionales técnicos de altísimo nivel, profesionales técnicos en programar tiendas de comercio electrónico y emplear las redes sociales, su carencia… precisamente la comunicación.
Dos horas abrumadoras de datos, conceptos, imágenes, gráficos, discursos monótonos, sin cambio de ritmo, poco vitales, aislados de las demandas de conocimiento expresadas por los asistentes… Y, tenían razón estos ponentes, nos mostraron, demostraron y volvieron a poner negro sobre blanco que son grandes técnicos en usar máquinas, en distribuir y organizar redes sociales o lograr la tienda electrónica más eficaz… ¿pero, eso es lo más importante?
Si hoy existe un problema en internet es el terrible problema de la saturación de contenidos… iguales.
Hoy estoy escribiendo este blog, pero si usted llega a leerlo, con total seguridad estará recibiendo en el mismo intervalo de tiempo, un elevadísimo número de contenidos muy similares a este, ¿y por qué se va a preocupar de lo que yo le cuento?
Una tendencia de los técnicos, los mejores técnicos, es saber emplear con gran eficacia las herramientas que se posicionan entre las más empleadas o seguidas en un momento del tiempo. El resultado, en prácticamente días, si no horas, son capaces de poner en uso la última capacidad técnica que está atrayendo público. Son capaces… todos, en unas horas de lograr el máximo potencial de una nueva técnica, que ya ha inherentemente ha perdido su eficiencia.
Si todos hacen lo mismo, por muy bien que lo hagan ¿dónde está la diferenciación, donde la propuesta de valor particular? De manera casi inmediata, docenas de técnicos están ejecutando la misma técnica de la misma manera. Y, es su trabajo, son buenos técnicos, usan lo mejor de la manera más eficaz…, pero la comunicación exige empatía, diálogo, intercambio, acercamiento, personas, emociones, intenciones, opiniones, creación de discursos compartidos.
Y, volviendo a los ponentes de estas sesiones, no dejo de sentirme sorprendido al ver cómo se les trasladaban preguntas, cuestiones, dudas particulares y por tanto diferentes, y su respuesta era así de simple: «sí, bueno, pero las cosas son como yo las estoy contando», y continuaban sin más con su presentación… ¿Cómo es posible que alguien que no escucha a la audiencia que está sentada frente a él, exponiendo sus necesidades, preocupaciones, impresiones; pueda no ser escuchado? ¿Cómo es posible que esta persona pueda presentar que redes sociales son diálogo, si realmente no es capaz de crear un diálogo que se separe de su discurso, con personas con las que mantiene una presencia física? La respuesta, ya la he adelantado, es un técnico, no un comunicador.
Pero para vender, se necesita comunicar, es la base del intercambio de bienes y servicios. Y he aquí que, agradeciéndole que haya llegado hasta esta línea de mi discurso, le traslado la siguiente pregunta ¿Considera usted que tiene sentido para diseñar, ejecutar, seguir y analizar un plan estratégico de comunicación, un grán técnico con baja capacidad de comunicación; o por el contrario es más útil con gran comunicador preparado técnicamente?
¿Quiere usted vender…? Cuente con nuestra ayuda.