Gestión de proyectos e incorporación de recursos

En las fases iniciales de todo proyecto y, crítico por su repercusión a lo largo del mismo, se encuentra la definición de los perfiles de las personas que deberían participar en él. Personas, que no recursos

Una de las características de todo proyecto TI, es la dependencia de las personas. Sin personas no existe el proyecto, y esto es así porque, aunque definamos una perfecta metodología, la cual no genera proyecto, sólo nos marca pasos eficientes para su ejecución; o empleemos la herramienta perfecta, ésta nos reducirá tiempo de trabajo, pero nada más; siempre serán personas las que construyan, las que generen proyecto.

Si bien son las personas la piedra angular, la industria tecnológica se esfuerza por mostrar que no es así, quizá más bien se esfuerza en negarlo. Y, ¿por qué? Pues porque al contrario de lo que se plantea, que es que las grandes organizaciones con miles de empleados son más capaces, la realidad cabezona pone sobre la mesa la posición contraria. Y, lo pone sobre la mesa, porque las grandes organizaciones presentan, en general, un déficit enorme de gestión del conocimiento y gestión de las personas.

Gestión del conocimiento. Es normal presentar como bagaje de una organización los proyectos en que ha participado, demostrando de esta manera su experiencia y aprendizaje. Pero la gestión del conocimiento va más allá de mostrar un logo en la página de nuestro site: la organización debe haber sido capaz de capturar conocimiento, generado durante el proyecto, tamizarlo, ordenarlo y entregarlo de manera accesible, para que pase a estar a disposición de toda la organización, para futuras necesidades. Esta actividad supone un esfuerzo tanto en tiempo como económico y, si bien en la inmensa mayoría de organizaciones ti no se realiza, en aquellas en las que sí se realiza este esfuerzo, en demasiadas ocasiones no son capaces de generar un proceso del mismo eficiente, quedando varado en silos de conocimiento, donde nunca nadie volvió a mirar. Pero el conocimiento no se destruye, y esta es la buena noticia, quedando depositado en las personas. Finalmente son las personas, quienes a lo largo de su proceso formativo y personal, van construyendo un completo y complejo mapa de conocimiento que les pertenece sólo y exclusivamente a ellas mismas, no a la organización.

Demasiadas veces se buscan, dentro de la simplifiación, personas que hayan tenido alguna relación con un montón de siglas, que dejemoslo claro, es imposible para una sola persona haber tratado

Gestión de las personas. Cuántas veces, al analizar un proyecto en sus fases tempranas identificamos la necesidad de un perfil técnico y procedemos a solicitarlo a nuestro departamento de recursos humanos. Si nos fijamos, para éste departamento muchas veces completaremos un formulario ¡de petición de recursos! Recursos sin más… Y, por otra el formulario es de una simplicidad absoluta, pedirás un «Java», un «Oracle» y que tenga X años de experiencia, … no más datos, Y a esperar… Esto es así si aún estamos solicitando a un departamento de recursos humanos, si lo solicitamos a un departamento de operaciones es aún peor, esos datos más precio hora, deshumanización absoluta. Bien, en algunos casos tendrás la suerte de poder seleccionar a las personas, o al menos entrevistarlas, y te encontrarás que la obligada simplificación de la petición termina obviando tus necesidades en otros aspectos básicos a la hora de conformar equipo. Y, es que mención aparte de los conocimientos y experiencia técnicos, se encuentran otros factores: talento, comunicación y aprendizaje. Factores que, simplemente se desestiman a priori en la mayoría de los responsables de proyecto, sea por decisión personal o por incapacidad o despreocupación sobre estos aspectos de las organizaciones a las que pertenecen.

Demasiadas veces se buscan, dentro de la simplifiación, personas que hayan tenido alguna relación con un montón de siglas, que dejemoslo claro, es imposible para una sola persona haber tratado. Este autoengaño se repite una y otra vez, pretendiendo que el nivel de productividad será del 100%, desde el mismo momento de incorporación de la persona, cuando si hay algo importante en este aspecto, son las ganas e intención de aprender, precisamente alguna de esas nuevas siglas. Además, y de manera irremediable, durante la ejecución del proyecto habrá problemas que sortear, indefinciones que resolver, nuevos espacios de conocimiento que afrontar, … y serán el talento, la necesidad de apoyarse o apoyar al resto del equipo, la comunicación, y muchos otros atributos de carácter personal los que, si bien habrían de darse, no resultaron primordiales para la organización.

La simplificación y el etiquetado de personas no registra información personal básica. Muchas veces me pregunto si porque quien comunica y tiene talento no es proclive a ser fácilmente manejado, lo cual choca de frente con el estilo de gestión de la mayoría de las organizaciones ti en España. El resultado, es la creación proyecto tras proyecto, de equipos con carencias, no técnicas, no de conocimientos, sino de carencias individuales y de equipo. Pero para las organizaciones esto no importará, porque el modelo de trabajo considerado es falto de comunicación; se entregan tareas indiscriminadamente, de manera individual a cada miembro, y allá se las compongan; eso sí con una fecha de entrega, y «ya vendré ese día a echarte los perros si no está», junto a ello además, se provoca un proceso de comparación entre los miembros del equipo totalmente destructivo. Comparación que individualiza y elimina la existencia del equipo, lo cual para muchos es considerado como algo positivo, al alimentar la competición.

Desde aquí no llueve sobre mojado 3.0, cualquier proyecto en el que exista de veras un equipo, logrará el éxito. Y el éxito ha de otorgar recompensas a cada uno, a la organización económico, al equipo motivacional, la satisfacción personal del logro, o el aprendizaje logrado.

En Katby@n trabajamos sobre un modelo basado en red de colaboradores, lo cual nos permite que cada persona que se incorpore al equipo en el momento de existir la necesidad de su aportación, con lo que su trabajo no sólo resulta positivo, sino motivador pues el resultado que genera es rápidamente perceptible. Junto a ello, el trabajo en remoto, tal y como lo realizamos, se ha definido de manera que se evite precisamente la participación aislada de las personas, cada una aportará lo mejor de sí durante el tiempo necesario, pero dentro de espacios de comunicación e interacción en tiempo real, donde sea visible el espacio de realización de cada colaborador, así como el del resto de los componentes del equipo, provocándose desde la responsabilidad del proyecto vías de comunicación e intercambio, soportadas en herramientas web 2.0, que mejoran el nivel de aportación, compromiso y calidad del trabajo de manera más que notable.

Nuevos modos de trabajar y relacionarse han venido para quedarse en los proyectos ti, nuevos modelos que, no sólo crean una mayor calidad de vida para los miembros de los equipos, sino que además serán capaces de aportar a los clientes más información en tiempo real y, lo que es más importante, mayores niveles de éxito a la entrega de los proyectos con menores costes de ejecución incurridos!!!

Un comentario sobre “Gestión de proyectos e incorporación de recursos

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